Un equipo de cuatro espeleólogos del Club Speleo Nederland compuesto por tres mujeres (una de ellas, española) y un hombre, quedaron atrapados entre la Cueva Rubicera y la Cueva El Mortero entre las diez de la mañana del jueves y el mediodía de ayer, viernes. Los cuatro lograron salir por su propio pie, aunque sin encontrarse con los equipos de rescate que habían acudido en su socorro y que se hallaba en el interior de la cueva.
La Guardia Civil, que reconoció el coche de los holandeses cuando ya se marchaban de las inmediaciones de la cueva, les hizo regresar a la tienda de campaña instalada para el rescate, donde aclararon que se encontraban en buen estado.
Frans Van Kesteren, de 53 años; Marion Gÿbells, de 55; Magriet Ouwens, de 40 (los tres de nacionalidad holandesa), junto a la española Teresa Ramos, de 40 años, se adentraron el jueves en Cueva Rubicera para hacer la travesía que finaliza en la boca de la Cueva El Mortero, ruta interna que se encuentra atravesada por dos ríos, el Rubicera y el Cuivo. Sortearon el primero, pero al llegar al segundo se encontraron con un cauce muy crecido a causa de la lluvia. Debido a ese percance no pudieron completar el recorrido en el lugar ni la hora convenidos, por lo que otros espeleólogos (los protagonistas llevaban un tiempo en Soba, junto a más espeleólogos de diferentes nacionalidades, hospedados en una casa rural de Sangas) dieron la voz de alarma. Los atrapados no disponían de trajes de neopreno ni comida necesaria para pasar mucho tiempo dentro. Los cuatro emprendieron el camino de vuelta con el fin de regresar al punto de salida, pero se perdieron. En esa ruta de regreso, al parecer muy enrevesada y con varias vías alternativas, no se cruzaron con el equipo de rescate que, desde las cinco de la madrugada se hallaba dentro de Rubicera.
Cuando salieron, lo hicieron solos, sin percatarse de nada extraño, por lo que se dirigieron hasta donde habían dejado el vehículo.Entre tanto, a las 00:45 horas Protección Civil había puesto en marcha el dispositivo de búsqueda con voluntarios de Esocan, Protección Civil y Guardia Civil. Un equipo de rescate penetró por Rubicera y un segundo equipo se introdujo por El Mortero, teniendo que desandar el camino ante la gran subida del río Cuivo.
A su vuelta, otro grupo mejor equipado le daba el relevo y se adentraba con la intención de poder atravesar el caudal y llegar hasta el punto donde se pensaba que se encontraban los cuatro espeleólogos. Este último equipo fue avisado para que diera por cerrado el operativo y regresara a la base una vez que se supo de la salida de los espeleólogos. Hasta el lugar se trasladó el Director General de Protección Civil, José Luis Gochicoa, para coordinar el rescate e interesarse por el estado de los cuatro espeleólogos.
En buen estadoTeresa Ramos,
Una de las espeleólogas del equipo extraviado, aseguró que los cuatro se encuentran «bien, a pesar del frío pasado durante la noche. La crecida del río nos impidió pasar y emprendimos la vuelta, pero nos perdimos», relata. Señala Ramos que sabían que en su regreso no se encontraron con el equipo de rescate, pero vieron «cuerdas por el camino», que supusieron habían utilizado para adentrarse en la cueva. Al llegar a la tienda de campaña, situada en La Gándara, contaron su experiencia, tomaron zumo y algún alimento y se dirigieron hasta donde se hospedan para descansar de la dura noche vivida.
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