Estos señores pensaron que sería mucho más rápido mandar pulsos eléctricos a través de un cable, que intentar correr, gritar desaforadamente o emplear un caballo. Qué carambas: hasta a un veloz automóvil actual le lleva varias horas hacer el recorrido del Distrito Federal a la ciudad de Monterrey, y eso que el trayecto es bastante recto y con pocos desniveles.
Todo un éxito el inventito, ya que la corriente pasa como alma que lleva el diablo a través de un buen conductor metálico. Sin embargo, había otro problema: una cosa es mandar la corriente y otra distinta lograr emitir un mensaje. Ni tarde ni perezoso el señor Morse se puso a trabajar en esto de los toques para formar palabras y encontró una solución que hoy puede parecer algo bobalicona ante los avances de la telefonía, las comunicaciones satelitales y la mensajería instantánea de la red, pero que en ese momento resultó genial para el aparatito pulsador que había desarrollado. Fue un sistema de codificación en el que cada letra era representada por puntos y rayas (una raya dura lo mismo que tres puntos). Bueno, la letra S que tiene tres puntos y la O con sus tres rayas. Las más sencillas y fáciles de recordar, por lo que desde aquellos entonces se convirtió en la señal internacional para solicitar auxilio, el famoso SOS.
Todo un éxito el inventito, ya que la corriente pasa como alma que lleva el diablo a través de un buen conductor metálico. Sin embargo, había otro problema: una cosa es mandar la corriente y otra distinta lograr emitir un mensaje. Ni tarde ni perezoso el señor Morse se puso a trabajar en esto de los toques para formar palabras y encontró una solución que hoy puede parecer algo bobalicona ante los avances de la telefonía, las comunicaciones satelitales y la mensajería instantánea de la red, pero que en ese momento resultó genial para el aparatito pulsador que había desarrollado. Fue un sistema de codificación en el que cada letra era representada por puntos y rayas (una raya dura lo mismo que tres puntos). Bueno, la letra S que tiene tres puntos y la O con sus tres rayas. Las más sencillas y fáciles de recordar, por lo que desde aquellos entonces se convirtió en la señal internacional para solicitar auxilio, el famoso SOS.
HABLAR A LARGA DISTANCIA:
En sus inicios las comunicaciones a larga distancia fueron visuales o acústicas. Ni radiotelegráficas ni radiotelefónicas. (No existía la radio). Aquí podríamos incluir desde el Silbo Canario hasta las comlumnas de humo de los Indios americanos (o de los habitantes de las costas mediterráneas al avistar naves piratas). En la Marina enseguida se adoptaron estas señales. (Los aviones aún no axistían). Se usaron simplemente señales largas y cortas (puntos y rayas) que tienen la ventaja de poder ser usadas por sistemas visuales o de sonidos: trompetas; sirenas; pitos; espejos de señales; linternas; llamaradas; cañonazos (si: cañonazos);humo, etc. Varias de ellas están aún actualmente entre las señales de socorro adoptadas internacionalmente y son de conocimiento obligatorio para los marinos. (Creo que también deberíamos saberlas nosotros.) Cada colectivo a menudo creó su propio código de señales.
Las Naves ya podían comunicarse desde casi cualquier sitio. Poco después un micrófono (¿de carbono?) transformaba la voz en una señal eléctrica que podía ser radiada y recibida del mismo modo (Radiotelefonía). Pero a menudo no se entendían claramente las palabras. Los operadores enseguida encontraron un sistema para darse un "control de voz": Potencia y Nitidez. (P.Ej. alto y claro; claro pero muy bajo; alto pero no se entiende...)
LAS CONSECUENCIAS DE UNA COMUNICACIÓN DEFICIENTE PUEDEN SER CATASTRÓFICAS.
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