martes, 19 de mayo de 2009

cavidad subacuática bajo el Pico Frentes

Un grupo de espeleólogos ha descubierto recientemente una importante red hidrológica con una relevante cavidad subacuática bajo el Pico Frentes, Golmayo, cuyas proyecciones en longitud y profundidad podrían asemejarse a la Fuentona. Se trata de un hallazgo espeleológico de gran trascendencia, fruto de un paciente trabajo de exploración y que más adelante requerirá de nuevas inmersiones de los espeleobuceadores con equipo sofisticado. Hace dos años, en una de las múltiples entradas a una de las simas del Cañón del Río Lobos los miembros de los grupos de espeleología 'Deportes Espeleo' y 'Terrasub' (residentes u originarios de Soria) deciden reexplorar la zona de Sierra Llana y Pico Frentes para una vez más intentar acceder a la red hidrológica que conforma dicha zona. Entonces acuerdan volver a explorar sistemáticamente todas las cavidades que tenían pendientes con la visión actual que permiten las nuevas técnicas. Para ello solicitaron el permiso de la zona de la Sierra Llana a la Federación Castellano Leonesa de Espeleología. Primera incursiónEl primer grupo de espeleólogos conformado por Tomás Álvaro García, Manuel Jiménez Sánchez, Carlos Morón Egido y Carlos Morón Vicén, entraron en la cavidad conocida como 'Cueva de los palos' ubicada en el Pico Frentes y montaron una instalación de cuerda por encima del agua al ver que la cavidad ofrecía posibilidades de exploración y con la finalidad de realizar futuras inmersiones en el agua. Se trata de una cueva que, tras un pequeño recorrido por sus angostas galerías (realizado prácticamente con el cuerpo en tierra), permite el acceso a una zona inundada que se sifona a los pocos metros de recorrido. Redescubriendo la Sierra Llana Cabe señalar que en la galería inundada encontraron restos de madera que, instalados transversalmente a modo de peldaños, debieron servir para sortear el agua hasta lo que se creía el 'final' de la cueva. Los espeleólogos dedujeron que a este hecho se debe el nombre que le dieron sus catalogadores al llamarla 'Cueva de los palos', y que, por falta de precisión en las coordenadas geográficas o por la falta del mapa de referencia que utilizaron para determinar su ubicación, no les fue posible corroborar del todo esta identificación. No obstante, por la breves descripciones que hacen de la cueva y de su ubicación, el actual grupo de exploración cree que se trata de esta cavidad que figura en el Catálogo de Cavidades de Soria de Miguel A. Fernández Tabera.Bajo el aguaEn la siguiente incursión, además de los espeleólogos anteriores, hace las labores de espeleobuceo Rubén Taboada Cortés, un buzo con mucha experiencia en profundidades. El grupo vuelve a explorar y, tras avanzar por el meandro, realiza un nuevo ingreso a la cavidad constatando que se trata de un pequeño paso sifonado por una cortina de colada y que, tras éste, la cueva continúa en aéreo hasta otro sifón. Contando con el equipamiento y la experiencia de los miembros de Terrasub se realiza una segunda entrada en el sifón (bajo el agua) alcanzando los 21 metros de profundidad y los 120 metros de desarrollo. Después de este avance los espeleólogos y espeleobuceadores planifican otra fecha para realizar una nueva entrada a la cueva con el fin de topografiar la ruta hallada hasta el momento. En esa ocasión, al tomar la medición de un conducto ascendente que se halla dentro del sistema, ubican otra entrada aérea a la cueva que estaba obstruida por un derrumbe. Tras un arduo trabajo de desobstrucción, habilitan la nueva entrada. La misma que facilita enormemente el porteo del material pesado de buceo hasta el sifón, a tal efecto, instalan una tirolina con cable de acero por el techo de la galería y un pasamanos de cuerda con la colaboración de Luis Aguirre del Val, otro miembro de Terrasub.Buceo de punta en el sifónEn la tercera incursión acuática se une al grupo espeleobuceadores Elena Pérez Escobar, una de las pocas mujeres que se dedican a esta fascinante especialidad, y realizan un nuevo ingreso al sifón alcanzando los 42 metros de profundidad y 300 metros de recorrido, sin hallar aún el final de la cueva. Se bucea en configuración dorsal y con un traje seco trilaminado."La cavidad va presentando un incremento progresivo de dificultades para su exploración, si bien es cierto que el hecho de haber podido realizar varias entradas al sistema ha facilitado en parte las labores de porteo de materiales específicos para el espeleobuceo, las cotas de profundidad y la distancia a recorrer son ahora nuestro principal obstáculo a superar", comenta Manuel Jiménez.Las profundidades a las que se encuentra la actual punta de exploración de la cavidad hacen obligatorio el uso de trajes y material especial. Se requieren mezclas Trimix (Oxigeno-Helio-Nitrógeno) para evitar la problemática de la narcosis de los buceadores, con la consiguiente complejidad técnica que acarrea este tipo de inmersiones y el coste económico para llevarlas a cabo."Todavía es pronto para poder despejar las incógnitas que presenta esta cavidad en cuanto a su funcionamiento hidrológico y la relación que tiene con sus manantiales próximos como el de la Toba", avanza Carlos Morón Egido. Los expertos sospechan que se trata de un conducto formado claramente en la intersección de dos capas de caliza diferentes y aislado de las surgencias inferiores (manantial de la Toba) ya que mantiene su nivel de agua de forma constante, aún cuando descienden los niveles de las aguas inferiores. No hay corrientesOtra observación interesante que han hecho los espeleólogos es la ausencia de corriente en estos 300 metros de longitud del sifón, en una galería que se ha generado como un tubo de presión de unos dos metros de diámetro con señales erosivas en forma de golpes de gubia formadas por la turbulenta circulación del agua en sentido ascendente. Observando modelos topográficos de otras cavidades, esta cavidad se ajusta al modelo de un 'Trop Plein' que se carga de agua cuando el nivel freático asciende y se mantiene con el agua cautiva cuando los niveles de agua descienden. De todas formas, los espeleólogos consideran que todavía queda mucha información que recabar, pero lo que sí es totalmente posible es que nos encontramos ante una importante red hidrológica y una relevante cavidad subacuática, probablemente comparable con otras cavidades como la Fuentona.

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